Visitamos el santuario de Muro-no-Yashima. Sora, (1) mi
compañero, me dijo que la diosa de este santuario se
llama Konohana Sakuyahime (Señora de los Árboles
Floridos) y que es la misma del monte Fuji. Es la madre del
príncipe Hikohohodemino-Mikoto. (2) Para dar a luz
se encerró en esa casa tapiada y se prendió
fuego. Por eso el santuario se llama Muro-no-Yashima, que
quiere decir: “Horno de Yashima”. Así se
explica la costumbre de mencionar al humo en los poemas que
tienen por tema este lugar. También se conserva una
tradición que prohíbe comer los peces llamados
konoshiro. (3)
Notas:
- Iwanami (después: Hawai) Sora
(1649-1710), discípulo de Basho. Lo acompañó
en este viaje y en otro anterior (Una visita al
santuario de Kashima).
- Hikohohodemi-no-Mikoto es el nombre del Primer
Emperador (Jinmu), antes de su ascensión
al trono. Según el relato mitológico
(Nihon-Shoki, primera cronología de Japón),
la gran diosa-sol, Amaterasu, envía a su
nieto, el Príncipe Ninigi, a gobernar las
islas japonesas. Ninigi contrae matrimonio con
la Princesa Konohana-Sakuya y ésta concibe
la misma noche de la boda. El Príncipe
duda de la legitimidad de su hijo; la Princesa
se encierra en una cueva tapiada y se prende fuego;
si el ser que va a nacer no es hijo de Ninigi,
se incendiará; si lo es, ni el fuego podrá
hacerle daño. Así nació el
Príncipe Hikohohodemi (nacido del Fuego
o Visible por el Fuego).
- En el siglo VII, al ser descubierta una conspiración
contra el Emperador, se destierra al príncipe
Arima a Shimotsuke. Allí se enamora de
la hija de un rico, prometida ya al Gobernador
del lugar; el príncipe visita con frecuencia
a la joven, hasta el día en que se descubre
que la muchacha está encinta. Mientras
tanto, el Gobernador apremia al padre para que
se lleve a cabo el matrimonio. El rico no encuentra
otra excusa que decir al prometido que la joven
ha muerto repentinamente. Para consumar el engaño
colocan en el ataúd, en lugar del cuerpo
de la muchacha, un pescado que al quemarse despide
un olor parecido al que se desprende del
cuerpo humano al ser incinerado. Desde entonces
a esta clase de pescados se les llama konoshiro,
que quiere decir “en lugar del hijo”.
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