Abogado, periodista, docente y teórico de la educación,
formado en Uruguay. Estuvo íntimamente vinculado a la Sociedad de Amigos
de la Educación Popular, al Club Universitario (del que es
socio-fundador), y más tarde al Ateneo del Uruguay (1877), cuyos cursos
tomaron como modelo el proyecto educativo elaborado por Berra. Llega a
Montevideo en 1865, procedente de Salto donde se había afincado su
familia, con el fin de comenzar sus estudios en la Universidad de la República,
de la que egresará como Licenciado en Jurisprudencia en 1872. Perseguido
por el general Máximo Santos por su postura antiartiguista, Berra emigra
a Buenos Aires. Sin embargo, regresa a Montevideo poco tiempo después,
permanece aquí por unos años empeñado siempre en actividades docentes y
de investigación. Y vuelve a su ciudad natal a principios del siglo XX,
permaneciendo allí los últimos años de su vida.
Sus obras fundamentales son: Apuntes para un curso de Pedagogía,
publicados en Montevideo (1878); La doctrina de los métodos
(1882), una extensa serie de artículos sobre pedagogía; y su Bosquejo
Histórico de la República O. Del Uruguay (reeditado cuatro veces
hasta el año 1890), que abarca desde el descubrimiento del Río de la
Plata hasta 1830. Pese a que en la actualidad esta obra se considera
totalmente superada, no puede negarse que fue uno de los más destacados
ensayos escolares de tipo historiográfico, elaborado con seriedad según
el método científico de fines del XIX.
En materia educativa el Club Universitario, conjuntamente con la
Sociedad de Amigos de la Educación Popular, se ocupa en fomentar la
reforma del sistema escolar primario, reforma que fue tenazmente combatida
por la Iglesia Católica. Tanto Berra como José Pedro Varela fueron
simultáneamente miembros del Ateneo y de la Sociedad, organizaciones que
cooperaron activamente para el logro de sus comunes fines intelectuales.
El Club Universitario es en ese momento particular, para la juventud
montevideana de fines del siglo XIX una especie de refugio "sui
generis" ante la situaciones críticas de su tiempo, y un espacio de
cultura activo y comprometido con una filosofía de vida y de pensamiento.
Inmerso en ese ambiente cultural y sicológico Adolfo Berra se desempeña
como secretario y miembro de la Comisión Censora del periódico del Club
Universitario (que llevaba el mismo nombre). Dicha Comisión tenía el
cometido de revisar los artículos que se presentaran y darles su aprobación
para posterior publicación (1871). En la carta en la que acepta la
designación para integrar la Comisión Censora, cuando el Club estaba
bajo la presidencia de José Pedro Varela, dice que lo hace pese a:
"hallarme como me hallo en el último periodo de los cursos
que sigo en la Universidad, y por consiguiente sin tiempo de que disponer.
Sin embargo, tanto es lo que aspiro a tomar una parte, aunque pequeña en
el brillante porvenir que mis consocios le preparan a nuestro Club, y de
tal manera deseo demostrar a esa comisión lo agradecido que estoy al
favor que me ha dispensado, que acepto el puesto a que me llama, contando
con el concurso decidido de los que han de ser mis compañeros".
Su confianza en el progreso futuro de la institución es representativa
del espíritu que imperaba en la burguesía montevideana, de fe en un
bienestar material y social ascendente, imprescindible para mejorar la
realidad uruguaya. Sus palabras reflejan su abnegación y seguridad en que
el Club alcanzará un mejor futuro. Pero la institución misma, pese a su
liberalismo profeso, le pone límites a la expansión de ciertos
pensamientos, como los que esbozara Claudio Denis (integrante del Club) en
un artículo ("Tu reinado ya terminó") de agudo
anticlericalismo y de tono inmoral -según lo juzgan los censores- para la
época. Es por eso que la Comisión Censora del periódico que Berra
integra, elabora un documento explicativo que nos ayuda a estudiar la
marcha de los mecanismos internos de la institución y del periódico. Y
no obstante rechazar el artículo de Denis, señala la Comisión hacia el
final de la carta, que queda la puerta abierta a la apelación de su
fallo.
La Comisión "cree tener pues el perfectísimo derecho de
rechazar todas aquellos trabajos que antes que realzar el periodismo o
simplemente no traerle gran daño; servirían tan solo para arrebatarle
protección para hacerlo descender de la altura en que se encuentra, y, lo
que también debe tenerse en cuenta, para arrojar el ridículo sobre las
personas que, con tan escasas fuerzas exportan la pesada y grave carga de
Censores y Redactores de un periódico literario (...). Hasta hay términos
que repugnan no solo aun un buen gusto, sino que también a un buen estómago
(...). Esta Comisión sentirá un gran placer siempre que ejercitándose
el derecho que consagra el art. 9º de su Reglam.to se le presenten casos
de apelación; pues en ellos pondrá de relieve cuán grande es su celo y
su interés por el próspero adelanto y el aseguramiento del buen éxito
del periódico".
Estas circunstancias, más allá de su trivialidad, señalan a la
existencia de una censura, de un límite a lo que se puede decir o no, que
toman como punto de referencia no tanto la excelencia como que sean
"lo menos malos" posibles; y que no ofendan la sensibilidad de
aquellos que le dan su apoyo desde fuera. Pero también indican la
existencia de fuerzas más radicales en su seno, posiblemente de orientación
socialista. Es imprescindible tener en cuenta aspectos como estos a la
hora de reconstruir la evolución de una de las instituciones más
significativas en la historia de la cultura uruguaya de fines del siglo
XIX.
BIBLIOGRAFÍA. Club Universitario. Colección
de documentos inéditos. T. 2, 1870-71. / Ateneo de Montevideo. Conmemoración
del 70° aniversario del "Club Universitario". Montevideo.
Tipográfica Atlántida. 1938. / Memoria de la Comisión Directiva del
Club Universitario. Montevideo. Manuscritos inéditos. 1868-69. El
libro del Centenario Uruguayo. Montevideo. Ministerio de Instrucción
Pública. 25 de agosto de 1925. / Scarone, Arturo. Efemérides
uruguayas. Montevideo. Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay.
1946. T. 1. / Profesores del Ministerio de Educación y Cultura. Muestra
de Literatura Uruguaya. Montevideo. Ministerio de Educación y Cultura
del Uruguay. 1996./ Zum Felde, A. Proceso intelectual del Uruguay.
Montevideo. Nuevo Mundo. 1967. |