Educacionista y sacerdote catalán, profesor de filosofía,
geografía, y latín de gran trayectoria en el Uruguay. Llega a nuestro país
en 1836, a solo tres años del estallido de la Guerra Grande que por más
de una década conmocionaría la región (hasta 1851). En el 37, Giralt
inaugura el colegio que será conocido como de los Padres Escolapios. La
acción del colegio y la suya propia es extraordinaria para el medio. La
institución se ocupaba no solo de la enseñanza básica, sino también de
la enseñanza técnica, cursos de comercio, urbanidad, ingeniería,
arquitectura, pilotaje y agrimensura (1838-66). Giralt toma a su cargo la
enseñanza de Filosofía (que en aquel entonces incluye la de Matemáticas)
y de Geografía Astronómica. Siente una verdadera pasión por las
ciencias y por carrera docente. Razón por la que no extraña que su
primer donación al Club Universitario fuera la Geografía física de
la República, libro esencial para los estudiantes de nuestra mayor
casa de estudios en aquel tiempo. En los últimos años de su vida
abandona el sacerdocio para ingresar en una logia masónica.
Al inaugurarse el Club Universitario (1868), Giralt es profesor de latín
en la Universidad, adjunto a la cátedra de Teología. Hasta el más breve
repaso de su activa vida de educador nos permite comprender por qué
siendo presbítero católico se une, como socio honorario, a una institución
fuertemente liberal y hasta anticlerical. De hecho, poco después deja los
hábitos, para emprender una nueva vida en otro ámbito filosófico más
próximo al espíritu del Club. Es por esto y por otras razones,
probablemente, que en una de las primeras Memorias del Club Universitario
(diciembre de 1868) se anotara que:
"En el siglo que vivimos y en la sociedad donde se producen
nuestras revoluciones, el "Club Universitario" tiene un
significación tan elevada como noble, porque además de constituir un
rango honorable en el seno de nuestro país, aproxima los hombres unos a
otros, uniéndolos por lazos indestructibles, personificando en ellos la
gloria del espíritu y propagando por el ejemplo de sus trabajos, como por
la ambición de su celebridad las más generosas emulaciones de la
inteligencia (...) Uno de los roles más notables que le está reservado a
esta Asociación fundado en el brillo de la fortuna o título de familia a
que hoy se inclina con generalidad la sociedad oriental, para sustituirla
por la aristocracia del espíritu, la única que puede ser posible y
aceptada, inevitable, porque está en la naturaleza, irresistible, por su
alma es la inteligencia siempre dueña de la última victoria, benéfica,
porque sin embargo de sus caprichos pasajeros el fondo eterno de sus
aspiraciones es constatemente lo verdadero, lo bello y lo bueno.
La institución de este Club Científico ha merecido el aplauso
caluroso de todos los hombres que saben apreciar los beneficios que estas
sociedades dejan a la humanidad. Los jóvenes reflexivos, desde los más
sobresalientes en capacidad hasta los más medianos, han corrido
presurosos a alistarse bajo el nuevo estandarte que proclama la libertad y
la sabiduría".
Una filosofía ecléctica, y sin duda muy meditada, la misma que se
aprendía en la Universidad, se ve reflejada en este valioso documento.
Espiritualismo, racionalismo y liberalismo, corrientes científicas y políticas
se entremezclan profundamente. Pero domina un núcleo central de ideas,
sin el cual la unidad no sería posible. Y sin embargo, se admite la
diversidad y se la respeta. A pesar de su fama de anticlerical, en el Club
se reúnen clérigos como Giralt, y disertan católicos, protestantes y
ateos, sobre temas de religión y fe. Pero, les es inevitable sentirse
"aristócratas del espíritu", concientes que representan en la
sociedad un grupo especial, "llamado" (puede interpretarse como
predestinado) a dirigir el futuro del país; cosa que realmente sucede. Su
religión racionalista y su confianza en el triunfo de lo bueno y lo
bello, caracterizan el pensamiento uruguayo ilustrado de fines del siglo
XIX.
Bibliografía: Club Universitario. Colección
de documentos inéditos. T.1 1868-1869; T. 2 1870-71. /
"El Iniciador". Montevideo. 1838. N° 10,
p.228. / Conmemoración del 70 Aniversario del "Club Universitario"
(1868-5 de setiembre-1938). Montevideo. Tipográfica Atlántida. 1938. P.
35. / El Libro del Centenario Uruguayo. Montevideo. Ministerio de
Instrucción Pública. 25 de agosto de 1925. / Fernández Saldaña, José.
Fichas para un diccionario uruguayo de biografías. Montevideo.
Talleres Gráficos los "33". 1945. T. I. |