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Ateneo de Montevideo

Una Institución con historia, que existe desde el 5 de Septiembre de 1868

 

                    
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Los fundadores del Ateneo de Montevideo

1 Acevedo Díaz, Eduardo
2 Artagaveytía, Adolfo
3 Berguiduague, Martín
4 Berra, Francisco
5 Blanco, Juan Carlos
6 Bustamante, Pedro
7 De María, Dermidio
8 De María, Pablo
9 Denis, Claudio
10 Desteffanis, Luis Daniel
11 Ellauri, Plácido
12 Filippone, Florentino
13 Giralt, Pablo
14 Grané, Ovidio
15 Gradín, Carlos
16 Granada, Daniel
17 Herrera y Obes, Julio
18 Magariños Cervantes, Alejandro
19 Lafinur, Luis Melián
20 Muñoz, Daniel
21 Narvaja, Tristán
22 Pedralbes, Adolfo
23 Pedralbes, Ignacio
24 Pena,Carlos María
25 Pérez, Gregorio
26 Ramírez, Carlos María
27 Ramírez, Gonzalo
28 Requena, Joaquín
29 Rodríguez Larreta, Aureliano
30 Tavolara, José Antonio
31 Terra, Duvimioso
32 Varela, José Pedro
33 Vidal y Colón, Guillermo

GIRALT, Pedro

(Cataluña, España, 1802 -  Montevideo, 1879).

Educacionista y sacerdote catalán, profesor de filosofía, geografía, y latín de gran trayectoria en el Uruguay. Llega a nuestro país en 1836, a solo tres años del estallido de la Guerra Grande que por más de una década conmocionaría la región (hasta 1851). En el 37, Giralt inaugura el colegio que será conocido como de los Padres Escolapios. La acción del colegio y la suya propia es extraordinaria para el medio. La institución se ocupaba no solo de la enseñanza básica, sino también de la enseñanza técnica, cursos de comercio, urbanidad, ingeniería, arquitectura, pilotaje y agrimensura (1838-66). Giralt toma a su cargo la enseñanza de Filosofía (que en aquel entonces incluye la de Matemáticas) y de Geografía Astronómica. Siente una verdadera pasión por las ciencias y por carrera docente. Razón por la que no extraña que su primer donación al Club Universitario fuera la Geografía física de la República, libro esencial para los estudiantes de nuestra mayor casa de estudios en aquel tiempo. En los últimos años de su vida abandona el sacerdocio para ingresar en una logia masónica.

Al inaugurarse el Club Universitario (1868), Giralt es profesor de latín en la Universidad, adjunto a la cátedra de Teología. Hasta el más breve repaso de su activa vida de educador nos permite comprender por qué siendo presbítero católico se une, como socio honorario, a una institución fuertemente liberal y hasta anticlerical. De hecho, poco después deja los hábitos, para emprender una nueva vida en otro ámbito filosófico más próximo al espíritu del Club. Es por esto y por otras razones, probablemente, que en una de las primeras Memorias del Club Universitario (diciembre de 1868) se anotara que:

"En el siglo que vivimos y en la sociedad donde se producen nuestras revoluciones, el "Club Universitario" tiene un significación tan elevada como noble, porque además de constituir un rango honorable en el seno de nuestro país, aproxima los hombres unos a otros, uniéndolos por lazos indestructibles, personificando en ellos la gloria del espíritu y propagando por el ejemplo de sus trabajos, como por la ambición de su celebridad las más generosas emulaciones de la inteligencia (...) Uno de los roles más notables que le está reservado a esta Asociación fundado en el brillo de la fortuna o título de familia a que hoy se inclina con generalidad la sociedad oriental, para sustituirla por la aristocracia del espíritu, la única que puede ser posible y aceptada, inevitable, porque está en la naturaleza, irresistible, por su alma es la inteligencia siempre dueña de la última victoria, benéfica, porque sin embargo de sus caprichos pasajeros el fondo eterno de sus aspiraciones es constatemente lo verdadero, lo bello y lo bueno.

La institución de este Club Científico ha merecido el aplauso caluroso de todos los hombres que saben apreciar los beneficios que estas sociedades dejan a la humanidad. Los jóvenes reflexivos, desde los más sobresalientes en capacidad hasta los más medianos, han corrido presurosos a alistarse bajo el nuevo estandarte que proclama la libertad y la sabiduría".

Una filosofía ecléctica, y sin duda muy meditada, la misma que se aprendía en la Universidad, se ve reflejada en este valioso documento. Espiritualismo, racionalismo y liberalismo, corrientes científicas y políticas se entremezclan profundamente. Pero domina un núcleo central de ideas, sin el cual la unidad no sería posible. Y sin embargo, se admite la diversidad y se la respeta. A pesar de su fama de anticlerical, en el Club se reúnen clérigos como Giralt, y disertan católicos, protestantes y ateos, sobre temas de religión y fe. Pero, les es inevitable sentirse "aristócratas del espíritu", concientes que representan en la sociedad un grupo especial, "llamado" (puede interpretarse como predestinado) a dirigir el futuro del país; cosa que realmente sucede. Su religión racionalista y su confianza en el triunfo de lo bueno y lo bello, caracterizan el pensamiento uruguayo ilustrado de fines del siglo XIX.

 

Bibliografía: Club Universitario. Colección de documentos inéditos. T.1 1868-1869; T. 2 1870-71. /

"El Iniciador". Montevideo. 1838. N° 10, p.228. / Conmemoración del 70 Aniversario del "Club Universitario" (1868-5 de setiembre-1938). Montevideo. Tipográfica Atlántida. 1938. P. 35. / El Libro del Centenario Uruguayo. Montevideo. Ministerio de Instrucción Pública. 25 de agosto de 1925. / Fernández Saldaña, José. Fichas para un diccionario uruguayo de biografías. Montevideo. Talleres Gráficos los "33". 1945. T. I.

 
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