Médico-cirujano, primer Director de la Facultad de
Medicina (1876), profesor de química en la Universidad y en el Ateneo de
Montevideo; y secretario de la Sociedad de Estudios Preparatorios (1874).
Hace sus estudios básicos en su ciudad natal, trasladándose a la capital
para cursar el bachillerato de ciencias naturales. En 1870 se asocia al
Club Universitario, razón por la que se le considera en la época como
socio-fundador de la Institución. Con el paso del tiempo ocupará
diversos cargos y representará a Uruguay ante sociedades científicas
internacionales. Se distingue como miembro del Instituto Agronómico de
Campiña (Brasil), de la Sociedad de Ornitología de la Plata (Argentina),
de la Sociedad Botánica de Ginebra (Suiza), miembro del Museo Paulista y
de la Sociedad de Malacología de Londres. Su personalidad resalta como la
de un verdadero y dinámico científico, con diversidad de intereses e
inquietudes. Es autor de una Flora biológica del Uruguay,
aparecida en series de fascículos, Contribución a la liquenología
uruguaya y una Contribución a la malacología uruguaya (1918).
El antecedente histórico del Ateneo de Montevideo, lo constituye el
Club Universitario, que fusionado con otras instituciones culturales da
lugar al Ateneo del Uruguay (1877-86). En ese momento se desempeña junto
al ingeniero Andrés Llovet y al profesor Carlos Reguínaga como docente
de física y química (aun siendo bachiller), para alumnos de primer y
segundo año de los cursos preparatorios (suspendidos en la Universidad).
Para ese momento, en el que el Ateneo era una especie de universidad
paralela, Filippone ya tenía una gran experiencia docente, que había
iniciado en el Club. Y una mentalidad de tipo científico que consigue
difundir a través de sus clases. El Club es en el tiempo en que se funda
una institución dedicada a la divulgación del conocimiento, y en este
sentido "científica".
Una institución "científica" para la juventud, con un
propósito y un futuro.
"La institución de este Club Científico ha merecido el
aplauso caluroso de todos los hombres que saben apreciar los beneficios
que estas sociedades dejan a la humanidad. Los jóvenes reflexivos, desde
los más sobresalientes en capacidad hasta los más medianos, han corrido
presurosos a alistarse bajo el nuevo estandarte que proclama la libertad y
la sabiduría".
El Club Universitario es para el docente Florentino Filippone,
como para el resto de sus creadores, una institución con un propósito y
un origen:
"Esta acción y movimiento tiene por origen la Universidad
de la República, con aventajadas inteligencias que procuran, ayudadas
siempre con las luces de sus eruditos catedráticos y la tan marcada
dirección de sus miras, caracteriza felizmente al "Club
Universitario", que reposado en la unidad de tendencias de sus
asociados, está en camino de ser el cuerpo sabio destinado a contestar, más
o menos temprano, a las cuestiones vitales del orden social y realizar las
reformas tan reclamadas en la organización política, que es la base de
la dicha de las naciones".
Bibliografía: Club Universitario. Colección
de documentos inéditos. T.1 1868-1869; T. 2 1870-71. / Scarone,
Arturo. Uruguayos contemporáneos. Montevideo. Renacimiento. 1918.
/ Zum Felde, Alberto. Proceso intelectual del Uruguay. Montevideo.
Nuevo Mundo. 1967. T. 1. / "El Espíritu Nuevo". Montevideo.
Imp. De El Ferrocarril. 1878. T. I. Dic. 15.
Conmemoración del 70 Aniversario del "Club
Universitario" (1868-5 de setiembre-1938). Montevideo. Tipográfica
Atlántida. 1938. P. 35. / El Libro del Centenario Uruguayo.
Montevideo. Ministerio de Instrucción Pública. 25 de agosto de 1925. /
Fernández Saldaña, José. Fichas para un diccionario uruguayo de
biografías. Montevideo. Talleres Gráficos los "33". 1945.
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